Renta-, Via-, Sosteni- ....-ble.

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Sigo avanzando en un proyecto que me ilusiona, y para no quedarme atrás en el blog, hoy actualizo con teoría de la buena. Hace unos días comentaba el cómo presentar una idea editorial, cómo hay que realizar un trabajo de esas características y con qué programas llevarlo a término. Pero ese tema era meramente superficial y, debates aparte sobre software, lo que realmente nos interesa es el contenido del dossier y de la presentación. Hablo del dossier:

Por enésima vez, ¿qué? - ¿por qué? - ¿cómo?

La primera interrogación se responde con el informe de lectura y con una descripción fiel del original. Sin omitir ningún detalle hay que esbozar la obra que queremos publicar. Es la carta de presentación, la primera impresión (que dicen, es la que cuenta) de un proyecto editorial. Hay que dar buena impresión, o causar algún efecto dentro del editor que nos tiene que dar el visto bueno. Recursos para esto hay a miles, sólo hay que conocer a fondo la obra, tus posibilidades y el ámbito donde se mueve la editorial (línea editorial y catálogo).

Y una vez expuesto el "¿qué?", pasamos a la promoción pura y dura, nos convertimos en auténticos contables, unos fuera de serie en control de mercado, expertos en tendencias,...y lo que haga falta para convencer a nuestro editor jefe de que realmente nuestro proyecto merece la pena (no hay que olvidar de que el editor, si acepta el proyecto, apostará SU dinero en TU idea). En fin, llegamos a la parte del "¿POR QUÉ?".

Un proyecto editorial se edita y publica por 3 razones (no únicas, pero sí determinantes):


  1. Porque es rentable: mercado.

  2. Porque es viable: viabilidad financiera.

  3. Porque es sostenible: tiempo.

Entraríamos en un mundo largo de explicar, que seguro haré en algún momento y de alguna forma que no sea muy aburrida, así que resumiré muchos de los puntos importantes para quedarme exclusivamente con los vitales (al menos, a mi modo de ver). El que un proyecto sea rentable es objetivo fundamental. Supongo: yo invierto 100 apostando por un proyecto, y ese proyecto me devuelve 101 (teniendo un 1% de rentabilidad). A partir de ese mínimo que gano ya sería rentable en el sentido estricto. ¿Y cómo se sabe si algo va a ser rentable? Nunca se sabe con exactitud cómo va a funcionar un libro en el mercado, siempre se da la incertidumbre... pero al menos hay que ser serios: hay que preguntarle al mercado ¿qué necesita?, ¿de qué le sobra y de qué carece?, ¿qué impulsos se dan en el público para comprar algo?, ¿a qué tipo de público me dirijo con mi "libro"?, ¿cómo se comporta éste?,.... un sin fin de preguntas que han de estar reflejadas con sus respectivas respuestas en nuestro "dossier maravilloso". jeje

Que un proyecto sea rentable no tiene por qué llevar implícito el que sea viable. La viabilidad es la rentabilidad a partir de la cual yo ejecuto mi proyecto. Actualmente un proyecto es viable cuando da un 10% de rentabilidad (aproximadamente, casos específicos aparte). Por esto es importante que se refleje la viabilidad financiera. No entro a comentar todo lo que esto conlleva porque lo haré más adelante, y porque tiene mucha tela para cortar este tema.

Tercer punto es el de la sostenibilidad en el tiempo, es decir, que esa publicación pueda mantenerse en el mercado a lo largo del tiempo, dando más ingresos que gastos (obvio). Es algo opcional hoy en día, algunas empresas lo llevan a raya y otras prefieren "sorprender" al mercado con otra cultura totalmente distinta: la "cultura del pelotazo". Modos distintos de entender los productos que se sacan a la venta y otro modo de producirlos, ganar dinero con ellos y consumirlos. Nosotros elegimos.

Y sólo así se convence de verdad. ¿Dije ya que aún no he llegado ni al proceso de edición?... andamos aún en la pre-edición. Genial. XD

Belén

PD.: el "¿cómo?" para la próxima, que ya está bien, ¿no? jejeje


Manejando las tablas y las presentaciones

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Supongamos que hemos leido todo lo que teníamos que leer.
Supongamos también que hemos tenido una suerte bárbara, y encontramos justo lo que queremos editar, lo que se ajustaba a nuestra idea (vuelvo a hacer mención a la importancia de la línea editorial) y queremos comenzar el proceso de edición.

Con el original en la mano, y el informe de lectura en la otra, el editor tendrá como objetivo convencer, o convencerse a sí mismo en el caso de que la editorial sea suya jeje. Y para convencer de que tu proyecto es el bueno, que es el que ha de publicarse, hay que ingeniárselas preparando los documentos necesarios, elaborar tablas de viabilidad económica, de competencia del mercado, conociendo un poco más a su autor y comprobando que no hay primeros errores de base que pueden tirar por tierra el trabajo realizado.

Es necesario por tanto, elaborar un dossier que refleje con claridad:
  1. lo que quieres editar
  2. por qué lo quieres editar
  3. y cómo lo quieres editar*

*Creo que vuelvo a repetirme pero las claves "qué", "por qué" y "cómo" son importantes y hay que tenerlas nítidas en nuestra mente mega-editora.

Y ese dossier será presentado al comité editorial mediante una presentación de diapositivas que resumirán los puntos más importantes del dossier. Y de todo este jaleo saco una pregunta obvia: ¿cómo elaboro mi dossier y mi presentación? En el curso dieron 2 soluciones al uso: Excel y Power Point (ambas atinentes al señor Gates). Pero realmente me niego en rotundo a poner (y menos públicamente) un post recomendando estos dos programas; más que nada porque no los utilizo y es absurdo hablar de algo que uno mismo no usa por razones firmes XD.

Concretando: Numbers y Keynote.
Con Numbers podremos elaborar hojas de cálculo, índices, glosarios, tablas, planes de viabilidad, tiempos marcados para realizar el proyecto, gráficos con los datos de ventas, etc...
Con Keynote tendremos una presentación de diapositivas realmente chula. Si queremos que sea doblemente chula lo mejor es: ¡con el 1! - seguir siempre un mismo patrón en todas las diapositivas, ¡con el 2! - olvidarnos de dibujitos predeterminados que despistan, y sólo poner las imágenes necesarias y que den apoyo al texto (todo lo demás sobrará, seguro), ¡con el 3! - reflejar los puntos más importantes de la propuesta editorial, los más importantes son los que hacen que tu prouesta sea sólida, no se recarga más una parte de la presentación para equilibrar otra que está menos elaborada,... mostrar lo que el proyecto es, sin doblez, y ¡con el 4! - esquematizar los textos: una presentación no es una presentación cuando hay párrafos de 10 líneas... para eso está el dossier y tus explicaciones durante la presentación (no leer literalmente de la diapositiva, nota mental importante).

Saber manejar los programas de hoja de cálculo y presentaciones es necesario (ya sean de Microsoft o de Apple), y cuanto mejor sepamos exprimirlos, más productivo el trabajo. Nunca viene mal darse un repaso a esos programitas tan sencillos pero que nos resuelven la vida en más de una ocasión. Ya mañana voy comentando los "interiores" del dossier.

Belén

La Federación "habla"

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En la página web de la Federación de Gremios de Editores de España hay un enlace para descargarse el Informe 2008: Leer para aprender. La lectura en España. La verdad es que confieso que no estoy actualizada al 100% por lo que no sé cuánto tiempo lleva puesto para su descarga, pero por si acaso, algún rezagado aún no lo tiene, pongo aquí el enlace:

Informe 2008: Leer para aprender


Sólo era eso. Buen domingo.

Belén

Informes que informen

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Aunque parezca mentira, la "principal" baza con la que juega un editor, un buen editor es la lectura. Un editor que no lee lo que edita es como un conductor que no mira a la carretera, simplemente te la juegas. Pero aquí viene la gran pregunta: ¿qué hace un editor ante la masiva llegada de originales a su "mesa"/bandeja de e-mail?

Normalmente, el editor confía en su GPS personal: el lector profesional, (anoto que cuando digo confía me estoy arriesgando mucho, el lector ha de ganarse esa confianza). Pero, lectores a parte, el trabajo del editor sigue siendo supervisar los informes de lectura que le llegan y poder distinguir bien el grano de la paja. Para ello los informes de lectura vienen a ser los "informes de cabecera", esas hojitas impresas con información sobre un original que puede llegar a ser, ¿quién sabe?, un best-seller.

Hay que saber elaborar informes de lectura y hay que saber interpretarlos correctamente.
El lector profesional nunca debe acercarse a una obra con ojos de lector apasionado, ni con la emoción del que quiere descubrir algo bueno, ni con el prejuicio claro de encontrar un fallo mínimo, con el que poder tirarlo a la basura. Es mucha la responsabilidad que se tiene en este primer paso en la edición de libros (pre-edición). Por eso hay que tener bien claro lo que se expone en un informe de lectura. Aquí va un pequeño resumen:
1- Datos generales de la obra: imprescindible. Para comenzar a valorar una obra, primero hemos de situarla en un contexto: título, autor, género y subgénero, ediciones anteriores (si es una traducción), traductor (si lo hay), número de páginas y datos del lector (nombre y un mail de contacto, o teléfono).
2- Apreciación personal: en pocas líneas se ha de comentar la idea subjetiva que el lector ha tenido al leer la obra. No se trata de valorarla de modo literario, sino de una evaluación más emocional. Hay que ser subjetivos, sí... pero también rigurosos y profesionales.

3- Sinopsis: Resumen de la obra. Relatar la obra de principio a fin; hay que tener en cuenta que el editor que lee el informe lo hace porque no ha leido la obra, por lo tanto: hay que procurar que el resumen se entienda, que no deje cabos sueltos, contar el final (paso que algunos omiten,... por la idea romántica de no "chafar" el final a nadie. Pero es vital XD), etc. Si un editor, con un informe en las manos, después de leer la sinopsis piensa que no se ha enterado de nada, pasan 2 cosas graves: el editor se cabrea con el lector (malo) y no lee la obra original, por lo que el autor se queda sin su "oportunidad" (malo).

4- Tema: ¿qué temas se tratan en la obra? Tema principal y si tiene temas secundarios que también influyan en su lectura. Hay veces que para decir el tema de una obra sobra con una palabra (repito: a veces).
5- Análisis literario: este apartado puede variar según el tipo de obra que se lea: novela, autoayuda, histórica, comic, etc. Se analiza de modo completo: el narrador, los personajes (creación, caracterización, evolución, credibilidad), el tiempo (si hay pausas, ritmo y extensión), el espacio (ambientes, escenarios donde se mueven los personajes), el registro (vulgar, formal, informal,...), los recursos estilísticos, y otras cuestiones que el lector crea que son de importancia.

6- Valoración: se ha de hacer de manera objetiva, de manera literaria y comercial. Se puntuan del 0 al 10 aspectos positivos y negativos, se hace balance.
7- Propuesta de portada: esto es opcional, yo me he formado ya en varias ocasiones como lectora y en algún sitio me lo han recomendado, y en otros no. El lector hace gala de su pensamiento gráfico proponiendo un estilo de portada.


Belén

Resaca de Navidad, con la calculadora

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Después del parón navideño, alargado unos cuantos días más, vuelvo a las andadas. Las fechas de Navidad fueron bien recibidas por nuestro empeño, y éste tuvo su recompensa. Muy en contra de lo que puede parecer, el libro sobrevive un año más (o mejor dicho: nosotros sobrevivimos un año más).
El éxito de la campaña de Navidad fue rotundo y renovador, pero no creo que sea por la gran calidad de los libros editados, tampoco creo que haya sido por el empuje de las asociaciones, ni mucho menos que fuera gracias a los comerciales que mandan todo a tiempo y sin problemas, es más, me atrevo a decir que tampoco se debe exclusivamente a que "este año se opta por regalar más barato", "la gente busca un regalo con el que acierte seguro y que no le cueste mucho" (frases que ya he oído decir varias veces). En nuestro caso, sin duda alguna los buenos datos de estas fechas se deben a un largo y duro trabajo que se lleva a cabo durante TODO el año; son los frutos recogidos del esfuerzo constante y el progreso que nos autoimponemos los libreros. Después, obviamente, todo ayuda; no hay una razón única para el éxito, pero es de justicia darle al César lo que es del César.

Iba a postear sobre los informes de lectura, pero me pareció más "importante" escribir lo anterior... y que no se escape de entre los dedos. Mañana escribo sobre los trabajos del editor y sobre qué hacer cuando te llegan los originales. Primer paso e imprescindible de un editor: leer. OH!

Belén