Resaca de Navidad, con la calculadora

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Después del parón navideño, alargado unos cuantos días más, vuelvo a las andadas. Las fechas de Navidad fueron bien recibidas por nuestro empeño, y éste tuvo su recompensa. Muy en contra de lo que puede parecer, el libro sobrevive un año más (o mejor dicho: nosotros sobrevivimos un año más).
El éxito de la campaña de Navidad fue rotundo y renovador, pero no creo que sea por la gran calidad de los libros editados, tampoco creo que haya sido por el empuje de las asociaciones, ni mucho menos que fuera gracias a los comerciales que mandan todo a tiempo y sin problemas, es más, me atrevo a decir que tampoco se debe exclusivamente a que "este año se opta por regalar más barato", "la gente busca un regalo con el que acierte seguro y que no le cueste mucho" (frases que ya he oído decir varias veces). En nuestro caso, sin duda alguna los buenos datos de estas fechas se deben a un largo y duro trabajo que se lleva a cabo durante TODO el año; son los frutos recogidos del esfuerzo constante y el progreso que nos autoimponemos los libreros. Después, obviamente, todo ayuda; no hay una razón única para el éxito, pero es de justicia darle al César lo que es del César.

Iba a postear sobre los informes de lectura, pero me pareció más "importante" escribir lo anterior... y que no se escape de entre los dedos. Mañana escribo sobre los trabajos del editor y sobre qué hacer cuando te llegan los originales. Primer paso e imprescindible de un editor: leer. OH!

Belén