Informes que informen

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Aunque parezca mentira, la "principal" baza con la que juega un editor, un buen editor es la lectura. Un editor que no lee lo que edita es como un conductor que no mira a la carretera, simplemente te la juegas. Pero aquí viene la gran pregunta: ¿qué hace un editor ante la masiva llegada de originales a su "mesa"/bandeja de e-mail?

Normalmente, el editor confía en su GPS personal: el lector profesional, (anoto que cuando digo confía me estoy arriesgando mucho, el lector ha de ganarse esa confianza). Pero, lectores a parte, el trabajo del editor sigue siendo supervisar los informes de lectura que le llegan y poder distinguir bien el grano de la paja. Para ello los informes de lectura vienen a ser los "informes de cabecera", esas hojitas impresas con información sobre un original que puede llegar a ser, ¿quién sabe?, un best-seller.

Hay que saber elaborar informes de lectura y hay que saber interpretarlos correctamente.
El lector profesional nunca debe acercarse a una obra con ojos de lector apasionado, ni con la emoción del que quiere descubrir algo bueno, ni con el prejuicio claro de encontrar un fallo mínimo, con el que poder tirarlo a la basura. Es mucha la responsabilidad que se tiene en este primer paso en la edición de libros (pre-edición). Por eso hay que tener bien claro lo que se expone en un informe de lectura. Aquí va un pequeño resumen:
1- Datos generales de la obra: imprescindible. Para comenzar a valorar una obra, primero hemos de situarla en un contexto: título, autor, género y subgénero, ediciones anteriores (si es una traducción), traductor (si lo hay), número de páginas y datos del lector (nombre y un mail de contacto, o teléfono).
2- Apreciación personal: en pocas líneas se ha de comentar la idea subjetiva que el lector ha tenido al leer la obra. No se trata de valorarla de modo literario, sino de una evaluación más emocional. Hay que ser subjetivos, sí... pero también rigurosos y profesionales.

3- Sinopsis: Resumen de la obra. Relatar la obra de principio a fin; hay que tener en cuenta que el editor que lee el informe lo hace porque no ha leido la obra, por lo tanto: hay que procurar que el resumen se entienda, que no deje cabos sueltos, contar el final (paso que algunos omiten,... por la idea romántica de no "chafar" el final a nadie. Pero es vital XD), etc. Si un editor, con un informe en las manos, después de leer la sinopsis piensa que no se ha enterado de nada, pasan 2 cosas graves: el editor se cabrea con el lector (malo) y no lee la obra original, por lo que el autor se queda sin su "oportunidad" (malo).

4- Tema: ¿qué temas se tratan en la obra? Tema principal y si tiene temas secundarios que también influyan en su lectura. Hay veces que para decir el tema de una obra sobra con una palabra (repito: a veces).
5- Análisis literario: este apartado puede variar según el tipo de obra que se lea: novela, autoayuda, histórica, comic, etc. Se analiza de modo completo: el narrador, los personajes (creación, caracterización, evolución, credibilidad), el tiempo (si hay pausas, ritmo y extensión), el espacio (ambientes, escenarios donde se mueven los personajes), el registro (vulgar, formal, informal,...), los recursos estilísticos, y otras cuestiones que el lector crea que son de importancia.

6- Valoración: se ha de hacer de manera objetiva, de manera literaria y comercial. Se puntuan del 0 al 10 aspectos positivos y negativos, se hace balance.
7- Propuesta de portada: esto es opcional, yo me he formado ya en varias ocasiones como lectora y en algún sitio me lo han recomendado, y en otros no. El lector hace gala de su pensamiento gráfico proponiendo un estilo de portada.


Belén