Fijando la línea

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Cuando se piensa en modo editor se piensa de manera futurista, una idea es algo factible cuando en el mismo momento en que la piensas te vas al futuro para ver si es viable o no. Sin ser editora (todavía) ya tengo que ir pensando como una de ellas, y esto hace que me vaya enterando de ciertas cosas que este oficio lleva de serie.
Tuve, tengo y tendré muchas ideas en la cabeza, pero un buen porcentaje de ellas ni siquiera llegan a mi cuaderno de notas por ser inviables (aunque buenas). Y esto me da pie para hablar de uno de los primeros temas que estudiamos: la línea editorial.

Cualquier empresa que vaya a empezar su actividad tiene que tener un informe, un proyecto ya desarrollado donde se mire el presupuesto con el que se cuenta, los objetivos de la empresa, un estudio del sector donde va a participar, etc. Una editorial, aunque a veces pienso que sea otra cosa más romántica, no deja de ser una empresa pura y dura, un negocio que se monta para ganar dinero, o por lo menos no perder jeje. Por eso, pienses lo que pienses acerca de este mundo, si quieres montar una editorial, lo primero que tendrás que hacer será plantearte una serie de preguntas base:

  • ¿Qué quiero editar?
  • ¿Cómo lo quiero editar?
  • ¿Para quién lo quiero editar?

Esas preguntas son las más básicas, y sólo pongo esas porque no me gustan los post muy largos (y de esos ya hay alguno). A partir de esas 3 preguntas se proyecta la línea editorial: que es un texto donde se le dará respuesta a las preguntas anteriores y a otras, donde cada editorial mostrará sus cartas. La línea editorial no es un texto maravilloso y adornado, bohemio y utópico, no debe ser eso; es ahí donde se demuestra la honradez y la coherencia del editor. El contenido de la línea editorial debe ir acorde con la realidad de los libros que se editen y plubliquen, en el presente y a lo largo de toda la "vida" de la empresa. Mantener dicha coherencia es sumamente complicado, y más cuando se viven tiempos tan cambiantes.

Todas las editoriales, ya sean grandes o pequeñas, han de tener fijada su línea editorial, una línea que se debe fijar de manera muy clara para que todo el engranaje editorial vaya pisándola de forma segura; y digo más, deben tener bien presente esa línea para que sus publicaciones sean profesionales, reconocibles y viables. Un libro que no encaje con la línea editorial de la empresa siempre será algo raro, siempre será algo imprevisible para su estudio... puede salir muy bien, bien, mal o muy mal, pero será un paso en falso en coherencia (siempre desde mi punto de vista). En cualquier web, de cualquier editorial, podemos encontrar un texto que resume la visión general de esa línea. Sin querer dar publicidad a nadie (porque ni me pagan ni quiero) diré aquí que una de las editoriales más serias y profesionales a la hora de seguir su línea editorial es Kalandraka. Obviamente, esto es una opinión personal, hay muchísimos ejemplos más.