Libre, libre, librero

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Una cosa me lleva a la otra, y no termino de hacer una cosa cuando estoy pensando en otra. Toca hacer estudio del mercado, ver como va la competencia, qué ideas ya se han publicado usurpándote el sitio en los canales de venta por tan sólo cuestión de tiempo (^_^), cómo está el sector del libro en el cual queremos incluir el nuestro, etc. Todas esas cosas, que como ya dije, nos encantan.
Haciendo balance de todo me encontré con los datos de siempre, unidos a un texto que leí hace poco dan por resultado un post como éste. Según el informe sobre el Comercio Interior del Libro en España 2007 hay cifras conmovedoras:

Las Librerías y las Cadenas de Librerías siguen siendo los principales canales de venta de libros y un 47% de la facturación se realiza a través de estos canales. BIEN*.

Las Librerías han bajado su facturación un 1,1% respecto al ejercicio anterior (992 millones), a pesar de ello es mayor que la cifra del año 2005 en que se facturaron por este canal 960 millones de euros. No tan BIEN, pero habrá que consolarse... podría haber sido peor*.

Las Cadenas de Librerías alcanzan los 483 millones, un 4,5% más que en 2006, recuperándose del ligero descenso sufrido en dicho año. Era de ESPERAR*.

Los Hipermercados aumentan un 2,3% su facturación. Manda CARAJO*.


¿Y por qué me interesan precisamente estos datos? Porque da la casualidad de que la que escribe estas líneas ahora mismo tiene en propiedad, mejor dicho en co-propiedad, una flamante librería. Sí, sí... de esas que su facturación baja un 1,1% pero a pesar ello nos tenemos que felicitar. De un tiempo a esta parte ya he escuchado en varias ocasiones: en distintos medios, en distintos formatos y en distintos momentos, que los libreros somos un poco llorones. Vale, lo confesamos, pero es que aquí quien no llora... ya se sabe.

Como parte de una librería me veo obligada a reflexionar sobre el tema de que: 1- en mi librería se vende menos, 2- en las grandes cadenas suben las ventas (que en cierto modo contábamos con ello) y 3- en los hipermercados aumenta la facturación en un 2,3% (nuevo competidor, que se ponga a la cola). ¡Qué menos que hacer pucheros!

Ahora en serio, quizá cuando digo que formo parte de una librería se viene a la mente ese tipo de librería estática, con libros apilados, con un vendedor muy suyo, poco amigo de las tecnologías, donde la estética no cuenta porque se tiene una visión muy bohemia de los libros, etc. En algunas ocasiones pasa que se habla de libreros/librerías en ese tono. Y nada más lejos de la realidad. Libros 10 (he aquí su nombre) es una librería dinámica, un sitio donde se apuesta por la innovación cultural y tecnológica, una librería que podrá gustar más o menos pero lo que nadie podrá decir es que no arriesga. El equipo que forma parte de ella está compuesto por gente joven, y los que quizá no lo son tanto, doy fe de que apuestan por el mundo del libro con una mirada distinta y tradicional a la vez (combinándolas lo mejor que se puede). Promovemos la animación a la lectura de tantas forma como podemos y aún así, nos vemos en muchas ocasiones con el agua al cuello. ¿Soluciones? ¿Se trata exclusivamente de dinero? ¿Reciben apoyo las pequeñas librerías por parte de las editoriales?

No hablo de las librerías virtuales, que es otro tema, sólo tiro al aire bloguero mi reflexión: si las grandes superficies, no especializadas en vender libros, facturan más que las pequeñas librerías que dedican su vida a dicha causa... ¿algo no está fallando? ¿no se está facilitando mucho las cosas a algunos y a otros no tanto? Sólo son preguntas...

*Notas mías, no constan en el informe de comercio interior del gremio de editores.