Una visión desencantada

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Hoy ha comenzado el salón internacional del libro… lo que llamanos normalmente como Liber. Este año tocaba tratar el tema del libro digital, una foto en primer plano de un eBook en el folleto informativo de Liber 2009 nos hacia imaginar que el sector del libro se volcaría con este tema, en favor de mejorar este tipo de servicio y lo que es más complejo: casar muy bien las piezas del puzzle “Lo que ya está y lo que estará”.

Pero muy para mi disgusto este tema sólo se trata en 3 stands, con marcas que comercializan eBooks de distintas marcas y se dedican a dar charlas sobre lo que YA SABEMOS. ¿Y las editoriales? ¿para cuándo? Me temo que las editoriales de cabecera, digamos las editoriales que son el ABC en el mundillo del libro, …digamos ninguna editorial aborda este tema seriamente, ni siquiera trata de mostrar un nuevo contenido digital para la palabra escrita (en papel).

De nuevo me vuelvo a decepcionar con unas muestras más bien parcas en libros, en novedades que realmente lo sean, con un hermetismo casi ritual para poder entrar en algunos stands… inclusive para pedir un catálogo de novedades (oh my God!). Y ahí me detengo un poquito más, para hacer más sangre aún: ya costaba que soltaran sus malditos catálogos de novedades, pero clama al cielo que en muuuuuuchas ocasiones lograbas acceder a ellos y, oh sorpresa, resulta que eran del año 2008/2009… no quiero herir las sensibilidades de nadie, ni meter el dedo más de lo debido en una crisis que nos afecta a todos los niveles, …pero un poquito más de seriedad es posible, yes we can! Para un librero, como es el caso, conseguir un catálogo de novedades en una feria del libro es importante, por no decir que si se va de allí sin ellos es que ha perdido el tiempo soberanamente… y después que cada uno se busque la vida.

Cambio de párrafo para intentar ponerle la nota positiva al asunto, porque sí he visto cosas que puedo y debo rescatar de la “quema”. Los preciosos puntos de libros de Ras, el ambiente de Edelvives, su gran apuesta por la buena ilustración, el impresionante mundo de Taschen con unos libros maravillosos y unas novedades que estoy deseando verlas en nuestro escaparate estas Navidades, la apuesta por nuevas redes de comercio y nuevos soportes que son inminentes para muchos, para todo hay un detalle positivo de la experiencia.

Seguro que hay algo más detrás de la puerta, tendremos que abrirla, ¿no?

Belén

PD.: ¿alguien sabe dónde está el stand de Dilve? lo llevo buscando desde las 10:00 am.

Estilismo

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Da igual el modo en que te llegue un texto, da igual qué motivos tienes (o han tenido) para querer editarlo. Una vez que se toma la decisión que comenzar la edición de un texto sólo queda mirar hacia delante; llegados a este punto del proyecto, lo que ve es un primer reto: ¿cómo puedo mejorar el texto?

Cuando digo "mejorar" no quiero decir: reescribir, modificar sin sentido, pasar del autor, etc. Un editor tiene el deber de hacer que un texto saque todo su sentido hacia el público que lo va a leer, que sea literariamente excelente, estéticamente bueno, legible, comprensible... NO vale con hacer un copia/pega malamente sobre un programa de edición o maquetación e imprimir. Para eso ya hay ejemplos.

Por esta razón, y suponiendo que el editor se ha leido el texto, una de las primeras tareas a realizar es la corrección del texto. Hay muchas maneras de enfrentarse a una corrección, y muchos enfoques en cuanto a valoración de este paso. Hay editores que cuidan al máximo el paso de las correcciones y otros sin embargo lo consideran un mero trámite, algo que encargan a una única persona y con el tiempo justito. Como siempre, la medida está en buscar un grado que se adecúe al texto que tenemos entre manos; no todos los proyectos necesitarán el mismo tipo y tiempo de corrección.

La corrección de estilo
Cualquier texto es susceptible de ser mejorado en cuanto a su escritura. Parece cosa obvia, pero hacer un uso correcto del idioma no es tarea fácil, y en muchas ocasiones entran factores que escapan a la concentración de los autores (sobre todo si son noveles y escriben literatura de ficción). La inspiración con que se escribe un texto es a veces impulsiva y no muy cuidadosa en su forma. Por esto, el corrector de estilo ha de leer cada obra con distintos ojos.

Son aspectos fundamentales que el corrector tendrá en cuenta:
- Justificación y contextualización: interacción entre el contenido y aquel que lo va a leer. Un lector siempre entenderá más de lo que lee literalmente, ese valor añadido del texto es tan importante como el texto impreso... un exceso de él puede arruinar una agradable lectura, y por defecto ocurriría lo mismo.
- Coherencia: que el desarrollo del texto tenga sentido, que siga un orden lógico o acorde con la finalidad del texto.
- Estructura: la organización de la información, sea literaria o científica, debe estar clara. Esto sólo se consigue teniendo en cuenta al lector final, el autor debería estructurar su texto en función del público a quien vaya dirigido y del tema que se trate.
- Descripción/exposición/argumentación: buena definición de la realidad que el lector no puede ver, revisar el orden de importancia de la exposición: el tema principal y sus puntos de inflexión, selección del léxico, evitar la ambigüedad, la información redundante, facilitar la lectura, extensión de los párrafos, etc.

Son muchas las cuestiones a las que un corrector de estilo debe enfrentarse(1). Como editores tendremos que escoger bien al que trabajará con nosotros, darle las pautas imprescindibles para que éste haga su trabajo y lo haga tal y como queremos, mantener el contacto con el corrector para poder solucionar cualquier problema a tiempo, velar porque cumpla el plazo establecido y reconocer posteriormente su trabajo.

Belén


(1): La actividad del lingüista como "corrector de estilo".

Renta-, Via-, Sosteni- ....-ble.

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Sigo avanzando en un proyecto que me ilusiona, y para no quedarme atrás en el blog, hoy actualizo con teoría de la buena. Hace unos días comentaba el cómo presentar una idea editorial, cómo hay que realizar un trabajo de esas características y con qué programas llevarlo a término. Pero ese tema era meramente superficial y, debates aparte sobre software, lo que realmente nos interesa es el contenido del dossier y de la presentación. Hablo del dossier:

Por enésima vez, ¿qué? - ¿por qué? - ¿cómo?

La primera interrogación se responde con el informe de lectura y con una descripción fiel del original. Sin omitir ningún detalle hay que esbozar la obra que queremos publicar. Es la carta de presentación, la primera impresión (que dicen, es la que cuenta) de un proyecto editorial. Hay que dar buena impresión, o causar algún efecto dentro del editor que nos tiene que dar el visto bueno. Recursos para esto hay a miles, sólo hay que conocer a fondo la obra, tus posibilidades y el ámbito donde se mueve la editorial (línea editorial y catálogo).

Y una vez expuesto el "¿qué?", pasamos a la promoción pura y dura, nos convertimos en auténticos contables, unos fuera de serie en control de mercado, expertos en tendencias,...y lo que haga falta para convencer a nuestro editor jefe de que realmente nuestro proyecto merece la pena (no hay que olvidar de que el editor, si acepta el proyecto, apostará SU dinero en TU idea). En fin, llegamos a la parte del "¿POR QUÉ?".

Un proyecto editorial se edita y publica por 3 razones (no únicas, pero sí determinantes):


  1. Porque es rentable: mercado.

  2. Porque es viable: viabilidad financiera.

  3. Porque es sostenible: tiempo.

Entraríamos en un mundo largo de explicar, que seguro haré en algún momento y de alguna forma que no sea muy aburrida, así que resumiré muchos de los puntos importantes para quedarme exclusivamente con los vitales (al menos, a mi modo de ver). El que un proyecto sea rentable es objetivo fundamental. Supongo: yo invierto 100 apostando por un proyecto, y ese proyecto me devuelve 101 (teniendo un 1% de rentabilidad). A partir de ese mínimo que gano ya sería rentable en el sentido estricto. ¿Y cómo se sabe si algo va a ser rentable? Nunca se sabe con exactitud cómo va a funcionar un libro en el mercado, siempre se da la incertidumbre... pero al menos hay que ser serios: hay que preguntarle al mercado ¿qué necesita?, ¿de qué le sobra y de qué carece?, ¿qué impulsos se dan en el público para comprar algo?, ¿a qué tipo de público me dirijo con mi "libro"?, ¿cómo se comporta éste?,.... un sin fin de preguntas que han de estar reflejadas con sus respectivas respuestas en nuestro "dossier maravilloso". jeje

Que un proyecto sea rentable no tiene por qué llevar implícito el que sea viable. La viabilidad es la rentabilidad a partir de la cual yo ejecuto mi proyecto. Actualmente un proyecto es viable cuando da un 10% de rentabilidad (aproximadamente, casos específicos aparte). Por esto es importante que se refleje la viabilidad financiera. No entro a comentar todo lo que esto conlleva porque lo haré más adelante, y porque tiene mucha tela para cortar este tema.

Tercer punto es el de la sostenibilidad en el tiempo, es decir, que esa publicación pueda mantenerse en el mercado a lo largo del tiempo, dando más ingresos que gastos (obvio). Es algo opcional hoy en día, algunas empresas lo llevan a raya y otras prefieren "sorprender" al mercado con otra cultura totalmente distinta: la "cultura del pelotazo". Modos distintos de entender los productos que se sacan a la venta y otro modo de producirlos, ganar dinero con ellos y consumirlos. Nosotros elegimos.

Y sólo así se convence de verdad. ¿Dije ya que aún no he llegado ni al proceso de edición?... andamos aún en la pre-edición. Genial. XD

Belén

PD.: el "¿cómo?" para la próxima, que ya está bien, ¿no? jejeje